Jardines del alma – Paisajes sensibles
Quitad de los corazones el amor por lo bello, y habréis quitado todo el encanto a la vida.
Jean Jacques Rousseau (1712-1778) Filósofo francés.
Nuestras creaciones orgánicas suelen influir perceptivamente en los usuarios porque canalizan las emociones, convirtiéndosela así en verdaderos paisajes del alma para espacios interiores que fomentan la creatividad y donde la imaginación puede volar.
Combinando arte y naturaleza, luz y color, empatía y atención por la percepción del usuario, es decir, interpretando la vida en tosdos sus significados, es posibles crear espacios que sean inspiradores, confortables e integradores además que bellos y saludables…
diseño y realización: Claudia Bonollo para Monamour Natural Design, Estampa 2015, foto: Philippe Imbault – All rights reserved
Instalación con elementos naturales preservados que no requieren ningún mantenimiento. La apuesta de éste año ha sido presentar la parte más artística de Monamour Natural Design, combinando lo natural con elementos reciclados al fin de crear un espacio sensible y original que invita a la contemplación y que adquiere un sentido. No se trata de cubrir superficies con el musgo sino de otorgar a la puesta en escena natural, un contenido.
Con ocasión de la vigesima segunda edición de PORCELANOSA INTERNATIONAL EXHIBITION (2-6 febrero 2015) , MONAMOUR NATURAL DESIGN realiza una serie de jardines para ambientes domésticos, ejemplos de lo que entendemos cuando hablamos de paisajismo de interior.
Entre los muchos jardines, destaca “El jardín del alma”, diseñado por Claudia Bonollo y editado por MONAMOUR NATURAL DESIGN.
El jardín del alma es una re-interpretación del jardín d`hiver, un jardín para interiores compuesto por plantas preservadas: árboles, bonsais, flores, musgos, relieves y ondulaciones, que no requiere ningún mantenimiento. Cada «jardín del alma» es único, se diseña exclusivamente a medida y se articula y se compone de elementos naturales distintos según las exigencias del espacio.
fotos: Philippe Imbault – All rights reserved
LOS JARDINES DEL DESIERTO
Jardines con piedras y lianas tailandesas
HORTUS CONCLUSUS
El hortus conclusus representa un lugar sin tiempo donde la naturaleza y sus sugerentes metáforas se hallan en un espacio protegido por un recinto. En la Edad media se utilizaba este concepto para aludir a espacios sagrados y simbólicos donde estimular los sentidos y elevar las virtudes humanas. Sin embargo, el deseo de un lugar bello que invita a la contemplación es más antiguo y aparece por primera vez en la Odisea de Homero. El jardín de Alcínoo, muy celebrado en la Antigüedad, era considerado un sitio ideal para la reflexión y la meditación. Este jardín escapaba a las reglas de la naturaleza y del tiempo, representando el sueño de una eterna primavera, uno de los deseos y de las esperanzas más intensos de la humanidad. No se trataba de un mero espacio decorativo sino de un auténtico jardín metafísico donde la evocación de la belleza y de la armonía invitaba a una contemplación activa que involucraba todos los sentidos.
En nuestros proyectos, nos proponemos reinterpretar este concepto de “eterna primavera” creando elaborados jardines metafísicos contemporáneosque activen los sentidos. En este caso en concreto, y con técnicas muy minuciosas, algunos elementos vivos se mezclan con plantas naturales preservadas y con el sonido de una pequeña fuente de agua, en una puesta en escena sensible que obliga el espectador a interrogarse sobre la naturaleza de los elementos que componen la instalación.
¿Cuáles son los elementos reales? ¿cuáles son los ficticios? ¿Cómo pueden convivir ambas cosas?
Nuestra idea es despertar una de las calidades más sorprendente de la imaginación: la curiosidad y, a la vez, la capacidad de asombro. Y contribuir así a transformar el hortus conclusus en un hortus deliciarum, un jardín de las delicias. (c.b.)
LA ETERNA PRIMAVERA
La naturaleza siempre lleva los colores del espíritu.
Ralph Waldo Emerson
La sinécdoque (del griego antiguo: συνεκδοχή, entendimiento simultáneo) es un tipo de tropo, junto con la metáfora y la metonimia.
En este caso en concreto, tenemos la posibilidad de dos visiones y escalas distintas a la vez, muy útiles a la hora de estimular la imaginación: ‘el todo por la parte‘, el jardín en una flor y ‘la parte por el todo’, la flor como jardín.
En este Jardín circular conviven escalas diferentes y se pude interpretar de distintas formas. La composición surge de la combinación cromática verde-azul (tierra/cielo – terrenal/divino) con algunos toques de turquesa que convierte el azul trascendente en un color más humano y luminoso. Las plantas naturales preservadas del bajorrelieve orgánico han pasado por un delicado proceso que sustituye la savia por una mezcla a base de glicerina. El tacto y el aspecto permanecen en el tiempo, pero no requieren ningún tipo de mantenimiento: ni agua, ni luz y se retroalimentan con la humedad del ambiente.
¿Por qué la utilización de una figura retorica para un jardín? Las figuras retóricas han sido y son hasta hoy en día, herramientas poderosas y recursos lingüísticos muy empleados para construir relatos. Tanto los pintores como por los arquitectos recurrieron a ellas para representar lo irrepresentable, para plasmar visiones que nacen de un deseo que no dispone aún de los medios físicos para alcanzarlas. El sueño o el deseo del vuelo anticipa la mecánica del avión. Sin embargo, el deseo es la clave de cada cambio paradigmático importante y podemos afirmar que el sueño es el preludio de algo nuevo, siempre, por cuanto inalcanzable se parezca. Hoy las figuras retóricas cuando no están al servicio de la poesía que las eleva, siguen utilizándose todos los días en la publicidad que las emplea de una forma más trivial para que el mensaje que quiere enviar llegue sin encontrar apena resistencia.
Monamour Natural Design 